Que alegría que aun se sigue sintiendo en el cuerpo, todo un año de trabajo que nos dejo con la satisfacción de este campeonato ganado y la seguridad que vamos por buen camino. Hay que seguir trabajando que queda muchísimo, pero hoy disfrutemos esto que con esfuerzo y garra se fue, de a poco, logrando.
Ayer, nervios y ansiedad eran la previa del partido que tuvimos que enfrentar, pero con la tranquilidad de saber que estábamos todas juntas, con un sólo objetivo y concentradas en dar lo mejor de cada una.
Desde adentro se sentía latir la cancha, entre gritos que marcaban la presencia de la hinchada rival y el aliento siempre presente de compañeras del equipo, amigos y familia que cada fin de semana nos estuvieron acompañando y jugando con nosotras cada pelota.
Gargantas que ya estaban roncas y una locura inmensa fue que empezó a nacer cuando llega el tan ansiado 3 a 1, de a poco llegaron esos minutos finales y por el cuerpo corrían unas cosquillas que anunciaban que ese sueño tan esperado por todas estaba a punto de ser realidad. Es inexplicable lo que se siente cuando miras a los costados y ves ojos llenos de lagrimas que junto al grito de UdelaR campeón pintaron al Estadio Charrúa de celeste. Abrazos, risas, cantos y fiesta fue lo que se vivió desde ese momento, entrando todo el equipo a la cancha, con ganas de celebrarlo y compartirlo juntas.
Aún el corazón late muy fuerte y el pecho explota de alegría, ninguna palabra puede expresar lo que todas sentimos al poder decir UdelaR Campeón!!
Besos a todas!
Mae
